jueves, 13 de diciembre de 2012

Pensé que lo tenía todo y todo lo perdí, fue tan rápido que ni cuenta me di, solo vi correr las lágrimas en mi cara. La soledad ya forma parte de mi vida, como mi respirar. Perder lo más valioso de mi vida, fue más doloroso que la muerte. Quisiera salir de esta oscuridad, ver de nuevo la luz y con ella la alegría que tanto anhelo.Tengo tanto miedo de ser como antes, de no volver a sentir amor o ilusión. Y siento que esto poco a poco me carcome. Quiero dejar de recordar esos momentos donde viví la máxima felicidad, donde lo único que importabas eras tú, pero me pagaste como nunca pensé que lo harías y de esa cruel manera aprendí a no confiar, a no entregarme completamente y renunciar a dar ese primer lugar a esa alma inocente, quien desee estar a mi lado. Ya estoy cansada de sufrir, de regalar todo lo que tengo para que lo regalen o lo desechen como un vulgar papel. Siento que soy un ser insignificante y sufriente que da todo sin pensarlo o dudarlo. Para mi no existían barreras algunas para dar mi espíritu, pero todo está en una barca a la deriva. Ahora solo sé quien soy y quien está a mi lado.


Solo puedo verte en mis sueños callados profundos y secretos, aún mi corazón no entiende que ya no te pertenece. Me prometí a mi misma desprenderte lento, suave, de un arrebato, día a día, pero no encuentro la salida. No se si algún día despertaré sin pensar en ti, tal vez estoy enferma, y no sé si algún día me libere de tu recuerdo. Daría todo por ese abrazo, por sentir tu calor, por revivir nuestras noches que sigo recordando en el vacío. Me prometí olvidarte, volver a empezar, pero no he podido, y no sé si lo logre algún día. Lo intento y me odio por no poder borrarte de mi mente, por obstinarme en verte en alguna parte, es inútil, te sigo esperando

No hay comentarios:

Publicar un comentario