jueves, 13 de diciembre de 2012

Tu amor se congeló y con el, mi corazón-

Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra puerta se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo a aquella puerta que se cerró, que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros. Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo qué nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.

Increíble creer que las mismas razones que me dan felicidad, sean las mismas que me hagan llorar. Dificil de pensar que las lagrimas puedan transformarse en un segundo, de pasar de llorar por felicidad a llorar por tristeza o viceversa. Y no quiero admitir que te observo a cada minuto, que todo lo que haces y hasta lo que no haces me importa.


Juro que no doy mas, son tantas cosas, demasiadas, no se si quepan mas, y a medida que se va llenando mas vacía me siento. Creí que esto sería mas fácil, que podría adaptarme a esto mas fácil, mas rápido, que el dolor se iría pronto de aquí y que el agujero se cerraría y cicatrisaria rápido, pero cada vez que veo la herida ésta sangra como la primera vez, ¿es que acaso no hay una tregua para mi?¿seguirán los recuerdos tratando de acabar conmigo?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario